He vivido el nacimiento de Internet, y los tiempos en que para recibir algún correo que justificase la pasta que me costaba el buzón no era en balde, me suscribía a prácticamente todo lo que se le ponía por delante. Por desgracia, también he vivido el imparable aumento y esa basura que es el correo no deseado o, como gusta a decir a los americanos: el SPAM.
Si hecho la vista atrás, hace apenas cuatro-cinco años sólo algunos usuarios recibían unos pocos mensajes al día. Los mismos que decían que no había metido su dirección en ningún sitio de Internet, pero que luego recibían puntualmente las newsletters de “chico-busca-chica” y cosas peores ;-). Al resto de vez en cuando le caía algo por el buzón, que con excelentes programas gratuitos como Spambayes, se podían eliminar eficazmente sin más problemas. El problema es que desde hace alrededor de 1 año el panorama se torna realmente feo, y generalmente sin que la mayoría de los usuarios lo perciba, pues es el servidor de correo y su administrador de correo el que debe lidiar con ello.
En mi caso, gestiono tres servidores de correo, y el tema empieza a ser un verdadero problema. Actualmente cuento con una pedazo de máquina que actúa, exclusivamente, como filtro de correo transparente para todos los dominios que gestiono. Este servidor, con una capacidad en la práctica para filtrar alrededor de 50.000 mensajes sin grandes problemas, actúa como filtro transparente con SpamAssasin, ClamAV y MailScanner. De esta forma, todos los mensajes enviados a un dominio en vez de llegar al servidor de correo, son recepcionados primero por este filtro que, según cientos de reglas que analizan su origen, IP, remitente, contenido, enlaces, virus, etc. etc. se encarga de clasificarlos, parando los “malos” y reenviando “los buenos”. De esta forma, el servidor de correo de la empresa evita tener que tragar los cientos/miles de conexiones basura de los spammers y, los buzones de los usuarios están limpitos (aunque siempre se cuela alguno….eso lo dejaré para otro post).
Desde su puesta en marcha, hace cuestión de año y medio, la curva de crecimiento del correo basura ha sido absolutamente impresionante, y mucho me temo que por mis estadísticas debe ser extrapolable a una gran mayoría de dominios en Internet. Y os pongo como ejemplo uno de mis clientes, que es el que más correo maneja por su actividad, y por que entrega cuentas gratuitas a sus afiliados. Hace año y medio comenzó recibiendo no más de 10.000 mensajes/día entre “buenos” y “malos”, una cifra bastante elevada, pero que se justificaba porque era un dominio que llevaba mucho tiempo en el mercado, y cuyas cuentas de correo la gente mete sin miedo en foros, formularios de registro, etc. El Viernes pasado superó ampliamente la cifra de los 45.000 mensajes en un día, aunque ya ha ocurrido en varias ocasiones desde el mes de Enero. Y lo peor es que la tendencia creciente se mantiene imparable desde el verano pasado, cuando comencé a notar un alza evidente en todos los clientes que gestiono.
La consecuencia directa: que nuestro filtro transparente comienza a no dar a basto, la BBDD de cuarentena que maneja se vuelve inmanejable, y la efectividad por la sobrecarga se torna evidente. Soluciones: poner un servidor aún más potente o, directamente, un sistema con balanceo de carga. Costes: la gestión del SPAM comienza a ser el gran problema de las empresas por costes directos e indirectos, ahora que el tamaño de los buzones no es un problema por la bajada del precio del almacenamiento, y el tráfico es ilimitado en muchos proveedores.
Mientras tanto, el usuario se queja porque a ese filtro maravillos que dices tener se le han colado “dos mensajes ayer por la tarde”, y te pide que lo afines para que no vuelva a suceder. Lo que no sabe, es que el día de ayer a su buzón se enviaron más de 200 mensajes de SPAM que ese filtro imperfecto se encargó de detener (verídico).
Son los dos lados del día a día en la informática de empresa.