No lo digo yo, lo dice Gartner que sabe de estas cosas:
“Si Microsoft no espabila y cambia de estrategia con su sistema operativo Windows, le quedan dos telediarios.” (Bueno, ellos no lo han dicho con esas palabras, pero se les veia la intención.)
Parece ser que Windows no satisface las exigencias de sus usuarios, que han visto como las novedades y mejoras de cada nueva versión del sistema operativo se veían drásticamente recortadas por requisitos de compatibilidad con versiones anteriores.
Esto es lo que le ha pasado, por ejemplo, a Windows Vista. La escasez de mejoras e innovaciones en el nuevo sistema operativo cliente de los de Redmond tiene su explicación en la retro-compatibilidad.
Microsoft, tras un trabajo de casi 5 años de trabajo invertido en el nuevo sistema operativo tuvo que tirarlo todo con la borda por problemas de estabilidad y volver a la base de Windows Server 2003 como punto de partida para Vista.
Teniendo en cuenta que el código base de Vista incorpora modos de compatibilidad para aplicaciones que se ejecutaban en Windows 95, no es de extrañar que la realización de cambios e innovaciones sea una tarea titánica.
Entre las principales amenazas para Windows destacan las aplicaciones web, que son independientes del sistema operativo y solo requieren de un navegador corriendo en un equipo de gama baja para explotarse. Esto lleva a los usuarios a plantearse la adquisición de equipos más orientados a la conectividad que a la potencia de proceso, y a prescindir de sistemas operativos pesados.
Según los analistas de Gartner, Microsoft debería orientar sus esfuerzos hacia la consecución de un núcleo único para todas las plataformas (como Linux, que puede correr en un PC de gama alta o en una PDA o un móvil, o MacOS X, que funciona en un PC y en un iPhone con el mismo núcleo). Dicho núcleo debería complementarse con diversos módulos, en función de las necesidades del usuario y su dispositivo. La API WIN32 (que ofrece compatibilidad con los sistemas Windows Legacy) podría incorporarse como uno de dichos módulos en los casos que fuese necesario, o como entornos virtualizados en los que se ejecutasen las soluciones basadas en dicha librería.
En definitiva: Modularidad y virtualización en contraposición a sistemas monolíticos.
O nos quitamos esos kilitos de encima y empezamos una nueva vida o estamos abocados al fracaso.
Eso mismo me dice el medico a mi.