Uno de los anuncios más esperados de este IDF ha sido Nehalem, y como era de esperar ya en las presentaciones del primer día a cargo de Pat Gelsinger, Intel senior vice president y general manager Digital Enterprise Group, o Dadi Perlmutter, Intel Executive vice president y general manager Mobile Platforms Group, se habló largo y tendido de la nueva arquitectura de Intel para los próximos años. En realidad Nehalem no es una novedad en sí misma, pero sí los detalles alrededor de su arquitectura y el nombre “comercial” de la primera remesa de procesadores que la emplean. Intel Core ha dejado paso a Intel Core i7, con importantes cambios respecto a la generación actual de procesadores. Sigue siendo una tecnología de 45 nm, aunque en este caso el controlador de memoria está integrado y se sustituye el tradicional bus del sistema por Quickpath Interconnect de modo que se elimina el tradicional cuello de botella que el bus suponía para configuraciones con varios núcleos. Otra buena noticia relacionada con Intel Core i7 es la vuelta de Hyper Threading, de modo que un mismo núcleo puede hacerse cargo de la ejecución de 2 “threads”. En la práctica, esto supone disponer de hasta 16 núcleos efectivos en un procesador de 8 núcleos físicos o de 8 en uno de 4 núcleos efectivos.
Además, se ha prestado especial atención a la reducción de consumo energético, de modo que los núcleos que no estén activos pueden reducir el consumo hasta prácticamente cero. Se trata de una arquitectura modular, con modelos de 2, 4 u 8 núcleos a lo largo de finales de año y el que viene, aunque esta arquitectura estará vigente durante los años que siguen como el bloque constructivo fundamental tanto para procesadores de sobremesa como para movilidad. El objetivo es ofrecer más rendimiento para aplicaciones en las que se necesite tratar con contenidos digitales, edición de vídeo, imágenes, juegos, simulación, virtualización, o usar aplicaciones que manejen grandes cantidades de datos.
Quad Core para portátiles
Otro anuncio interesante para quienes busquen el máximo rendimiento incluso en movilidad es el procesador de cuatro núcleos para portátiles. Siendo precisos, no se puede hablar de una movilidad extraordinaria debido al gran tamaño de los equipos que integran este procesador. De todos modos, supone un gran avance que permite llevar una auténtica estación de trabajo en el coche o en un maletín grande en vez de tener que llevar una torre y un monitor convencionales. Además, se trata de un procesador que tiene el potencial suficiente para “jugar” con la optimización del rendimiento a través de overclocking sin más que prestar atención a la buena disipación del portátil. De nuevo se trata de un ejemplo más de esta búsqueda del mayor rendimiento posible en todos los entornos y en todas las situaciones. Existen limitaciones, pero la tecnología permite llevar ya un procesador de cuatro núcleos hasta un portátil.
Nehalem estará en producción en los últimos tres meses del presente año, aunque será en 2.009 cuando tenga lugar el desembarco masivo de Nehalems en el mercado. Como es costumbre en Intel, el primer lanzamiento estará orientado a entusiastas y profesionales que no tengan reparos en desembolsar una cantidad de dinero elevada para conseguir lo último o para obtener un rendimiento extra. Para el mercado doméstico el nombre que se dará a los primeros procesadores será Intel Core i7, mientras que para el segmento corporativo seguramente se mantendrá la nomenclatura Xeon. El controlador de memoria integrado, junto con la tecnología QuickPath de interconexión o el modo Turbo prometen notables incrementos en el rendimiento de aplicaciones, aunque de momento no es posible dar cifras concretas sobre el rendimiento.
Larrabee tendrá que esperar
Otro esperado anuncio de este IDF era Larrabee. No tanto su presentación comercial, que a todas luces era imposible, como la disponibilidad de fechas concretas. Desafortunadamente no ha sido el caso, con un cierto grado de imprecisión a la hora de dar detalles concretos. Larrabee está llamado a ser un producto esencial para la experiencia visual denominada “Visual Computing”, con una arquitectura basada en la presencia de un elevado número de núcleos con un diseño simple, pero preparados para trabajar en paralelo. Una aproximación similar a la que ya se encuentra en las tarjetas gráficas convencionales de ATI o nVidia, pero con la particularidad de que no se necesitará emplear un lenguaje de programación nuevo para crear aplicaciones que aprovechen el paralelismo de Larrabee. En la actualidad, nVidia usa un modelo similar a través de CUDA, una extensión del lenguaje de programación “C” que facilita el desarrollo de programas que usen el paralelismo de las tarjetas GeForce para acelerar cálculos matemáticos o científicos. Y por supuesto para acelerar juegos. En este sentido, Larrabee también es compatible con DirectX y OpenGL.
De todos modos, Larrabee tiene una fecha de puesta en marcha comercial tan poco concreta como 2009 ó 2010.