Un negocio es un organismo vivo, no se le puede traer a la vida y luego abandonarlo a su suerte. Requiere mucho esfuerzo y recursos el que sobreviva, sobre todo si la situación económica de los “padres” no es boyante.
El que siga adelante una empresa, y con éxito, independientemente de su tamaño o del sector al que se dedique, pasa por mismo: evolucionar para satisfacer los deseos y necesidades de los clientes en cada momento. Y, por supuesto, contar con las herramientas necesarias para llevar esto a cabo.
Juan Carlos Díaz Belmonte, consultor de Infraestructura de Oracle, nos aconseja en una entrevista que para mejorar los procesos del negocio y conseguir con ello la satisfacción y fidelidad de los clientes hay que “usar soluciones abiertas con herramientas de automatización integradas y procesos empresariales que ayuden a eliminar las tareas manuales“. Asimismo aboga por “usar herramientas que implanten con rapidez y se integren fácilmente. Esto le ayudará a crear reglas empresariales acordes con las exigencias de la gente“.