Parece que la historia de WikiLeaks no ha hecho sino empezar, y son muchas cabezas las que van a rodar (no solo la de Julian Assange).
Los últimos acontecimientos está relacionado con la suspensión de pagos que Visa y MasterCard hicieron contra WikiLeaks. Esta acción le va a salir muy caro a las dos compañías y, una vez más, al gobierno americano.
Parece ser que ambas empresas justificaron esta decisión debido a la supuesta “actividad ilegal” que estaba realizando WikiLeaks, a pesar de que ningún tribunal la ha juzgado como tal.
Apenas un día después de este hecho, la organización de Julian ha respondido haciendo público un cable en el que los dos gigantes financieros estadounidenses se ven implicados.