Las consecuencias que el terremoto de Japón cause a la economía solo se verán a medio y largo plazo, sobre todo a un sector importante del mercado nipón: el de las empresas tecnológicas, ya que este país es cuna de gigantes como Sony, Canon o Panasonic.
La mayoría de ellas ha sufrido daños en sus instalaciones, como es el caso de Sony que ha tenido que cerrar 6 fábricas, Kyocera con daños en 8 de ellas, o Panasonic que, aunque no ha registrado daños graves a empleados en las fábricas de Fukushima (AVC Networks, donde se fabrican cámaras digitales) y Sendai (EV Energy Plan), sí que han tenido daños menores en las dos fábricas que han empezado a retomar las actividades: Koriyama (fábrica de materiales electrónicos) de Panasonic Electric Works y Sanyo Manufacturing en Gunma.
Pese al desastre, estas grandes compañías no han dudado en anunciar que colaborarán económicamente en la reconstrucción del país y que llevarán a cabo un estricto plan de ahorro energético, como han pedido las autoridades.