Parece ser que el recién estrenado CEO de Google no se lleva muy bien con los accionistas de la empresa y el principal motivo es que Page no acaba de desvelar cuál será su estrategia a seguir con la multinacional y eso pone nervioso a los inversores. De hecho, el pasado jueves, después de que se anunciaran los resultados económicos de la compañía, los inversores estuvieron pendientes de una conferencia telefónica con Page en la que había espectativas de que este diera una visión del camino que iba a seguir Google durante su mandato.
Sin embargo, el directivo se puso al teléfono durante unos minutos, expresó su optimismo sobre la marcha de la empresa y no respondió a preguntas.
Wall Street respondió con la venta de más del 8% de las acciones el viernes, devaluando las que tiene Page en la empresa, y estableciendo un récord: la mayor caída de acciones de Google, en un solo día, desde diciembre de 2008.
Lo cierto es que hay un montón de directores ejecutivos que no complacen a Wall Street, entre ellos, Steve Jobs. Sin embargo, hasta él aborda las preocupaciones de los accionistas, según dicen desde Capital Management Portfolio Manager.