Apple podría estar buscando nuevo fabricantes para las pantallas de sus dispositivos y habría estado negociando con la n la fábrica japonesa Sharp. Esta operación se uniría a la inversión que va a realizar en la nueva fábrica de Toshiba y con la que Apple dejaría de depender de Samsung en cuanto a la fabricación de sus pantallas.
Según algunas fuentes, los de Cupertino habrían pagado 1.000 millones de dólares y firmado un contrato con Sharp para que esta le suministrara pantallas de eficiencia energética para la sexta generación del iPhone, que se lanzará el próximo año.
La japonesa ha anunció hace un par de meses que iba a fabricar pantallas pequeñas y medianas destinadas a teléfonos inteligentes y tabletas, por lo que cambiaría la mayor parte de la producción de una de sus principales plantas de pantallas de televisión.
Si finalmente este acuerdo se confirma, supondría un paso más en la ruptura entre Samsung y Apple después de que ambas compañías comenzaran su particular guerra de patentes.